martes, 22 de junio de 2010

Padre, Papá, Papi

¡Cómo era de bueno ser padre!

Por Daniel Samper Pizano

Hasta hace cosa de un siglo, los hijos acataban el cuarto mandamiento como si no fuera dictamen de Dios sino reglamento de la Federación de Fútbol. Imperaban normas estrictas de educación: nadie se sentaba a la mesa antes que el padre; nadie hablaba sin permiso del padre; nadie se levantaba si el padre no se había levantado; nadie repetía almuerzo, porque el padre solía dar buena cuenta de las bandejas: por algo era el padre...
La madre ha constituido siempre el eje sentimental de la casa, pero el padre era la autoridad suprema. Cuando el padre miraba fijamente a la hija, esta abandonaba al novio, volvía a vestir falda larga y se metía de monja. A una orden suya, los hijos varones cortaban leña, alzaban bultos o se hacían matar en la guerra.

- Padre: ¿quiere usted que cargue las piedras en el carro y le dé de beber al buey?
¡Qué berraquera era el padre!
Todo empezó a cambiar hace unas siete décadas, cuando el padre dejó de ser el padre y se convirtió en el papá. El mero sustantivo era una derrota. Padre es palabra sólida, rocosa; papá es apelativo para oso de felpa o perro faldero. Demasiada confiancita. Además -segunda derrota- "papá" es una invitación al infame tuteo. Con el uso de "papá" el hijo se sintió autorizado para protestar, cosa que nunca había ocurrido cuando el padre era el padre:
- ¡Pero, papá, me parece el colmo que no me prestes el carro...!

A diferencia del padre, el papá era tolerante. Permitía al hijo que fumara en su presencia, en vez de arrancarle de una bofetada el cigarrillo y media jeta, como hacía el padre en circunstancias parecidas. Los hijos empezaron a llevar amigos a casa y a organizar bailoteos y bebetas, mientras papá y mamá se desvelaban y comentaban:
- Bueno, tranquiliza saber que están tomándose unos traguitos en casa y no en quién-sabe-dónde.

El papá marcó un acercamiento generacional muy importante, algo que el padre desaconsejaba por completo. Los hijos empezaron a comer en la sala mirando el televisor, mientras papá y mamá lo hacían solos en la mesa. Y a coger el teléfono sin permiso, y a sustraer billetes de la cartera de papá, y a usar sus mejores camisas. La hija, a salir con pretendientes sin chaperón y a exigirle al papá que no hiciera mala cara al insoportable novio y en vez de "señor González", como habría hecho el padre, lo llamara "Tato".

Papá seguía siendo la autoridad de la casa, pero bastante maltrecha. Nada comparable a la figura procera del padre. Era, en fin, un tipo querido, de lavar y planchar, a quien acudir en busca de consejo o plata prestada.

Y entonces vino papi.
Papi es invento reciente, de los últimos 20 o 30 años. Descendiente menguado y raquítico de padre y de papá, ya ni siquiera se le consulta o se le solicita, sino que se le notifica.
- Papi, me llevo el carro, dame para gasolina...
A papi lo sacan de todo. Le ordenan que se vaya a cine con mami cuando los niños tienen fiesta y que entren en silencio por la puerta de atrás. Tiene prohibido preguntar a la nena quién es ese tipo despeinado que desayuna descalzo en la cocina. A papi le quitan todo: la tarjeta de crédito, la ropa, el turno para ducharse, la rasuradora eléctrica, el computador, las llaves...
Lo tutean, pero siempre en plan de regaño:

- ¡Papi, no me vuelvas a llamar "chiquita" delante de Jonathan

Aquel respeto que inspiraba padre, con papá se transformó en confiancita y se ha vuelto franco abuso con papi:
- Oye, papi, te estás acabando el whisky, güey...

No sé qué seguirá de papi hacia abajo. Supongo que la esclavitud o el destierro. Yo estoy aterrado porque, después de haber sido nieto de padre, hijo de papá y papi de hijos, mis nietas han empezado a llamarme "bebé".

Publicado en El Mallete el 22-06-2010

jueves, 17 de junio de 2010

SUPERA TUS IMPULSOS

“La calidad del pensamiento depende del estado de ánimo con el que se le formule”

SUPERA TUS IMPULSOS

Con regularidad escucho a mis pacientes que me dicen:

- Como porque estoy ansioso…..

- Como porque tengo stress…..

- Como porque estoy triste…..

- Como porque estoy tenso….

- Como porque estoy muy sensible….

- Como porque…….

Es decir que siempre hay un motivo por el cual canalizar nuestros sentimientos y emociones hacia la comida. ¿Pero en tan cierto esto de que la comida que ingerimos tiene un efecto significante en nuestro estado de ánimo o es al revés, nuestro estado emocional tiene que ver con nuestra comida?

En realidad se ha determinado que la comida que ingerimos si tiene un efecto significante en nuestros estados mentales y emocionales; un ejemplo muy claro es cuando uno quiere mantenerse despierto y recurre a un café, no solo logra estar con los ojos abiertos sino que además experimenta una conexión “comida-ánimo”

Existe mucha evidencia que conecta lo que comemos a como nos sentimos, sin embargo muchas personas inconscientemente eligen comidas que agravan la depresión, insomnio, fatiga, antojos, stress, perdida de memoria, y previene un buen estado mental y emocional.

Las dietas pobres en nutrientes contribuyen mucho a los desordenes de animo. Cuando comemos alimentos saludables generamos combustión buena en nuestros cuerpos con anti-oxidantes, vitaminas y minerales. Cuando comemos comida chatarra, llenamos nuestros cuerpos con químicos, preservantes e ingredientes refinados y artificiales. Porque la calidad de nuestra sangre afecta el funcionamiento de cada célula, y órgano, nuestra dieta influye en nuestras mentes, pensamiento, sentimientos, y emociones.

Es por ello que muchos estudiantes siempre ponen de excusa que están en exámenes, que están bajo presión del estudio y refieren que comiendo mas comida piensan mejor; nada mas falso…… esos grupos de estudios que comen pizzas, pollo frito, abundantes grasa, chocolates y bebidas gaseosas lo unico que generan es un bajo rendimiento estudiantil. Lo que en realidad estos chicos necesitan es un buen jugo de naranja, una buena carne con abundantes verduras, un buen aceite como el de oliva, y frutas a la hora de estudiar. Lamentablemente algunos padres refuerzan ese pobre concepto de que si “mi hijo esta estudiando necesita más comida”, al final volvemos chicos ansiosos por comer comida chatarra y cuando acuden al consultorio a preguntar porque sus hijos son ansiosos por ciertas comidas, lo único que queda decirles es……..¡Por tu culpa!.

¿ASOCIACION DIRECTA?

Volviendo al ejemplo de la cafeína contenida en el café y de las bebidas gaseosas quizás pueden aumentar tu capacidad para tareas intelectuales, sin embargo, el estímulo que el café da a menudo es seguido por una gran decaída en el ánimo y la energía. El chocolate contiene una sustancia similar a la anfetamina asociada con el placer, pero puede hacerte sentir después levemente deprimido. Una gran comida de pasta a menudo te deja agotado y con sueño rápidamente después, y los dulces que la mayoría consume últimamente resultan en fatiga y tristeza.

SOLUCIONES A LA VISTA

Es una pena que muchas personas simplemente crecieron acostumbradas a sentirse cansados y sin ánimo; muchos no están conscientes que se puede hacer algo para cambiar como se sienten.

Hay que comer a nuestras horas y consumir comidas completas, en forma natural, con buenos ingredientes y sin procesar, estas comidas son fuente de riqueza para el cuerpo. Por cambiar a una dieta más nutritiva, empezarás a experimentar un aumento en el ánimo, energía, claridad mental y productividad. Notarás una disminución en la fatiga, tristeza, olvido y confusión. Tu cuerpo empezará a crear un estado natural de “orden y balance”.

ALIMENTO Y EMOCIONES

¿Te sientes Tenso, Enojado o irritado?

Come más vegetales crujientes y suculentos como repollo, vainitas, lechuga, pepino, coliflor, apio, zanahorias y arvejas. Estos vegetales te ayudarán a relajarte, avivarte, y sentirte despejado. Cómelos suavemente cocidos o en ensalada.

¿Te sientes Sensible o Muy Emocional?

Come mas vegetales cocidos, especialmente raíces (rabanitos, kion, zanahoria, nabo, camote), zapallo, y vegetales robustos (brócoli, repollo). Estos te calmaran y te permitirán trabajar. Te darán mejor actitud en la vida e impulsará tu productividad creativa.

¿Te sientes Acalorado o Extenuado?

Come menos sal, carne con grasa, huevos, queso, y comidas pesadas y horneadas. Estas comidas son pesadas y contrayentes para tu cuerpo. Hacen que sea difícil para tu cuerpo relajarse.

¿Te sientes Fatigado, Ausente, o caprichoso?

Come menos azúcar, alimentos crudos, alimentos fríos, bebidas frías, y alcohol. Estos alimentos son avivadores y expansivos para tu cuerpo y mucho de ellos puede poner tu cabeza en las nubes.

¿CONDUCTAS AUTODESTRUCTIVAS?

No solo los estados de animo tiene que ver con nuestra forma de alimentarnos; algunas conductas que le llamamos autodestructivas terminan deteriorando nuestra salud y nuestro entorno. Mejorar no solo los aspectos nutricionales influye directamente en nuestra forma de ver la vida sino que además podemos identificar muchos factores externos que también deterioran nuestra personalidad.

1. Mentir

La mayoría de las personas mienten para mostrarse amables y competentes. Se dice que el 60% de las personas mienten por lo menos una vez en una conversación de 10 minutos. Recuerda que las mentiras que dices para engrandecerte lo único que hacen es hacerte ver presumido, la regla número uno para impresionar es la modestia. Tenemos que tener siempre metas realistas y llevarlas a cabo.

2. Gastar

Las compras saturan el cerebro de dopamina lo que produce un efecto de euforia. Pero el placer es de la anticipación y por lo mismo el pensamiento se desvanece rápido; debemos de activar la felicidad con experiencias nuevas y no con objetos nuevos. Asimismo esta demostrado que las personas que gstan en otras personas son mas felices que los que gastan en si mismos.

3. Enojarse

Es muy difícil concentrarse cuando uno tiene ataques de ira; el insultar es contraproducente ya que causa un daño irreversible. Es bueno ensayar las confrontaciones; el cerebro va a utilizar el guión que ensayaste aun cuando estés bajo el control de una emoción fuerte. Relájate después de practicar de lo contrario tendrás un descontrol de tu coraje.

4. Comer en exceso

Como dije anteriormente la ira, la ansiedad y al tristeza pueden activar tus ganas de comer en exceso. Las delicias culinarias pueden hacer que te sientas bien momentáneamente, pero la ansiedad y la culpa regresarán a cobrar venganza. Si estas de malas, aléjate de la comida; cambia tu humor haciendo cosas que disfrutes. Comer a tus horas es lo más recomendable porque si comemos con nuestros cambios de humor generamos nuevos horarios de comidas.

5. Festejar

Siempre escuchamos una frase muy simpática que es “un trago me relaja”; el alcohol se puede volver una forma de llenar un vacío emocional, o por lo menos que te olvides de él temporalmente. Si bebemos por algún cambio emocional, tomemos pausas de 20 o 30 minutos y preguntémonos ¿estoy enojado o molesto? Si lo estas, considera ir a hacer algo que te calme.



Es muy importante estar siempre alertas ante cualquier cambio en nuestros estados anímicos, las personas que nos rodean siempre son la mejor alarma de ello; si hay mas de dos o tres personas que coinciden en que estamos muy cambiados, tomemos esto como que la mayoría tiene la razón y quizás deba hacer algo para mejorar esto. Hacer apuntes de nuestras actividades en una semana hará ver que tan alejados de nuestro rumbo estamos…..o que tan bien estamos.


Dr. Gerardo Bouroncle Mc. Evoy :.
Médico - Cirujano - Nutriólogo
CMP 31235
Miembro de la Sociedad Peruana de Nutrición

Publicado en Foro Masones Regulares