domingo, 25 de abril de 2010

Historia del Antiguo Israel

Historia del Antiguo Israel
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El territorio israelita en el siglo XIV a. C., cruce de caminos comerciales y guerreros.
La historia del Antiguo Israel abarca desde el siglo XX a. C. hasta la expulsión y Diáspora del pueblo judío en el primer siglo de nuestra era, en un área comprendida entre el Mar Mediterráneo, el desierto del Sinaí, las montañas del Líbano y el desierto. Se concentra especialmente en el estudio del pueblo judío en este período, y de forma secundaria de los otros pueblos que con él convivieron como filisteos, fenicios, moabitas, idumeos, hititas, madianitas, amorreos y amonitas. Las fuentes sobre este período son principalmente las escritas clásicas como la Biblia hebrea o Tanaj (conocida por los cristianos como Antiguo Testamento), el Talmud, el libro etíope Kebra Nagast y escritos de Nicolás de Damasco, Artapano de Alejandría, Filón y Josefo. Asimismo, otra fuente principal de información son los descubrimientos arqueológicos en Egipto, Moab, Asiria o Babilonia, así como los vestigios e inscripciones en el propio territorio de estudio.
La historia de la región ocupada más adelante por los reinos de Israel y Judá ofrece problemas particulares para el historiador moderno. Debido a la asociación de esta área con lo relatado en la Biblia, hay una tendencia a ver la historia del Levante desde una perspectiva casi puramente bíblica, prestando escasa atención al período posbíblico. Los estudios arqueológicos han tendido a verse a través del relato bíblico,1 haciendo difícil de entender la historia de esta importante zona dentro del contexto arqueológico de la totalidad del Oriente Medio.
Algunos escritores consideran que las diversas fuentes están en conflicto, lo que convierte el estudio en un tema polémico, con implicaciones en los campos de la religión, la política y la diplomacia.
Por ello es difícil dar una visión que sea apoyada por la totalidad de los historiadores. Las fechas exactas y las precisiones que pudieran dar están en continuo debate, no hay acontecimientos bíblicos cuyo año exacto se pueda validar por fuentes externas antes del siglo IX a. C., (coronación de Omri, rey de Israel): todas las fechas anteriores son extrapolaciones. Además, la Biblia no se presta muy fácilmente a estos cálculos, no indica más referencias que la vida de los distintos personajes, y la línea histórica debe ser reconstruida agregando datos, un proceso que introduce errores por redondeo. Las fechas más antiguas utilizan la Biblia como única fuente, una visión llamada maximalista.
Los minimalistas discuten que algunos acontecimientos sucedieran, y afirman que las fechas son dudosas: si la misma existencia del Reino unido está en duda, es insustancial afirmar que se desintegró en 922 a. C. Philip Davies2 por ejemplo, explica cómo el Cánon bíblico puede haberse realizado solamente para unas gentes con una larga tradición en lectura y escritura, que se encuentran solamente en la última época persa o primera helenística, y afirma que los relatos de períodos anteriores son en gran parte reconstrucciones basadas en tradiciones orales. Los minimalistas no discuten que algunos de los acontecimientos posteriores al siglo IX a. C. tengan corroboración, como la estela de Mesha; la discrepancia surge en el período anterior, donde el relato bíblico parece estar en desacuerdo con lo descubierto por la arqueología moderna.
Otro problema es el causado por diferencias sobre terminología de los periodos históricos. Por ejemplo, el período en el final de la edad antigua del bronce el principio de la media, es llamado EB-MB por Kathleen Kenyon,3 MB I por Guillermo Foxwell Albright, cananita medio I por Yohanan Aharoni,4 y bronce temprano IV por Guillermo Dever y Eliezer Oren.


Israel desde el espacio.

Civilizaciones en Israel
El Génesis remonta el principio de Israel a tres patriarcas, Abraham, Isaac y Jacob, el último también conocido como Israel y del cual derivó posteriormente el nombre de la tierra. Jacob, llamado un "arameo vagabundo" (Deuteronomio 26:5), regresó a Harran, el hogar de sus antepasados, para obtener esposa. Durante su regreso desde Harán a Canaan cruzó el Jaboc, un afluente oriental del río Jordán (Génesis 32:22-33). Enviando a su familia y criados lejos, esa noche luchó, en un lugar que se llamó en adelante Peniel, con un extraño que por la mañana le pidió su nombre. Desde entonces lo retitularon "Israel", "el que pelea con Dios". Fue padre de 12 hijos, de sus esposas Lía y Raquel (hijas de Labán), y de sus sirvientas Bilha y Zilpa. Los doce fueron llamados los Hijos de Israel. Esta historia sobre los orígenes de Israel lo localiza en la zona oriental de Jordania. Los siguientes relatos se trasladaron al oeste con la historia del saqueo de Siquem (Génesis 34:1-33), después de lo cual el área de la colina de Canaán se considera como la base desde la que creció Israel.
Guillermo F. Albright, Nelson Glueck y E. A. Speiser han situado este relato en el bronce medio basándose en tres puntos: nombres personales, modo de la vida, y costumbres.5 Otros eruditos, sin embargo, han sugerido fechas más tardías para la edad patriarcal pues estas características fueron duraderas en la vida del Cercano Oriente. Cyrus Gordon,6 basando su discusión en la llegada de pastores nómadas monoteistas durante el final de la época de Amarna, sugirió que es más correcto situarlo en la última edad de bronce. Juan Van Seters, basándose en el uso generalizado de camellos, en los reyes filisteos de Gerar, en la existencia de una economía monetaria y en la compra de tierra, asegura que la historia pertenece a la edad de hierro. Otros eruditos (particularmente, Martin Noth) encuentran difícil el determinar cualquier período para los patriarcas, y sugieren que la importancia de los textos bíblicos no es necesariamente su historicidad, sino el indicar cómo funcionaba la sociedad israelita durante la edad de los metales.
Más recientemente, análisis por activación de neutrones realizados por Jan Gunneweg de la Universidad Hebrea de Jerusalén,7 estudiando asentamientos asociados con el principio de la edad de hierro, demuestran evidencia de un movimiento de colonos en el área desde el noreste, lo que está acorde con esta historia.7 8
Prehistoria
Excavaciones al sur del lago de Tiberiades y en otras partes del valle del Jordán han permitido sacar a la luz rastros de homínidos que se remontaban al paleolítico inferior, o sea datadas hace más de un millón de años. Otros fósiles descubiertos tienen una edad aproximada de 300.000 años, y el uso de cuevas por el hombre parece comenzar en el Achelense superior superior. El fósil del hombre de Galilea tiene una antigüedad de cerca de 140.000 años.
• Entre el undécimo milenio a. C. y el noveno se desarrolla en Canaán la civilización Natufiense, seguramente nómada, de la que se encuentran algunos vestigios. Esta civilización estaría compuesta por dos grupos de poblaciones ligeramente diferentes, por una parte los antepasados de pueblos del tipo eurafricano (los que serían Canaán, Mesopotamia, Irán y Anatolia en tiempos históricos) y los ancestros de pueblos proto-mediterráneos, también numerosos en Canaán.
• A partir del IX milenio a. C. las tribus neolíticas domesticaron plantas, animales, se sedentarizaron y practicaron la agricultura y la ganadería. Entre los años 10.000 y 8.000 a. C., las herramientas de hueso adquieren importancia y los útiles de piedra un desarrollo característico. Durante este período las condiciones climáticas son favorables a los asentamientos humanos, con más precipitaciones y temperaturas suaves.
• A partir del séptimo milenio a. C. la ciudad de Er Riha (Jericó) se alza como una de las más antiguas del mundo, es la época en que se constituyen las primeras ciudades. Durante el último cuarto de este milenio aparece la cerámica, así como otras formas de artesanía.
• Canaán del VI y de la primera mitad del V milenio a. C. se conoce mal, se suponen desplazamientos de población que pueden ser debidos a variaciones climáticas. Tanto las montañas como la región costera están ocupadas por una civilización de carácter forestal, como da prueba el predominio de instrumentos destinados al trabajo de la madera.
o A mediados del quinto milenio a. C. los antiguos asentamientos del valle del Jordán, como Jericó, fueron ocupados de nuevo debido a la mejora de las condiciones climáticas.
o Al final del V milenio Canaán alcanzó un nivel de desarrollo económico y cultural que le acercaba al de las civilizaciones del norte de Siria que se habían beneficiado antes de influencias mesopotámicas.
• IV milenio a. C.: La civilización cananea se organizó con un sistema de ciudades-Estado, fruto de la ósmosis entre agricultores sedentarios y pastores seminómadas.
o En la primera parte del milenio llegaron desde el norte las técnicas metalúrgicas y el trabajo del marfil. Aparecieron estructuras técnicas y económicas adaptadas a las regiones secas: allí se instalaron pequeñas colectividades que vivían del cultivo de cereales y de la cría de ganado mayor y menor.
o En la segunda mitad del IV milenio comienza la influencia egipcia sobre la región.
o Hacia el final, la civilización de los agricultores y ganaderos desaparece sin que sea posible establecer vínculos con la formación de la civilización cananea del III milenio a. C. Hasta 2400 a. C. el clima fue un poco más húmedo que hoy día.
El comienzo de intercambios entre Canaán y Egipto gracias al Camino de los Reyes que cruzaba el desierto de Sinaí, hacia el final del IV milenio adC., es un acontecimiento de primera importancia ya que hasta entonces Canaán había sido un "callejón sin salida" sujeto solamente a influencias asiáticas. Estas relaciones tomaron una amplitud considerable, gracias a la utilización de bueyes como animales de tiro, capaces de cruzar los aproximadamente 200 kilómetros de casi desierto que separan el sur Cananeo del delta del Nilo. Por lo tanto, el Levante comienza a desempeñar el papel de zona de paso, donde se cruzaban las influencias, y a menudo las armas, de los grandes imperios de Egipto y el Oriente Próximo asiático.
• El III milenio a. C. es el de la civilización cananea que se extiende hasta tiempos históricos. Aunque la escritura no aparezca en la región antes de la segunda mitad del segundo milenio, habida cuenta del estado de superproducción, centralización y redistribución de los excedentes alimentarios, los historiadores consideran que este nuevo orden económico, social y político señala la entrada en la historia en el transcurso del III milenio. Debido a los intercambios con Egipto, la región se desarrolla y se enriquece, especializándose en el comercio de cerámica, mientras numerosas ciudades se desarrollan y consolidan.
Periodo cananeo: del III milenio al siglo XVI a. C.
Los historiadores consideran generalmente que el período cananeo se extiende desde el principio del III milenio a. C. hasta el final del siglo XVI a. C.
Al final del III las poblaciones seminómadas cruzaron el Jordán y penetraron en Canaán, causando el hundimiento de las estructuras socioeconómicas existentes: se destruyeron y abandonaron las ciudades, y la economía volvió a la ganadería. A partir del siglo XIX a. C. comenzó un aumento de los asentamientos permanentes y una disminución del número de tribus, pero permaneciendo aún muy cerca de la organización tribal. Este período durante el cual los desplazamientos entre Asia, desde Mesopotamia, y Egipto eran intensos, corresponde a un momento de agitación interno que sirvió de preludio a la invasión de Egipto por los hicsos (Príncipes de los países extranjeros). Durante este mismo período, las ciudades Cananeas comenzaron a rodearse con murallas. La existencia de la ciudad cananea de Ourousalim (Jerusalén) se certifica en escritos que datan del siglo XXI a. C.
Los ataques e infiltraciones repetidos abrieron a los hicsos el camino hacia la parte oriental del delta del Nilo, donde se instalaron e hicieron de Avaris su capital en el siglo XVI a. C. En esta época, Canaán, parte de un imperio colocado bajo la autoridad de Avaris, alcanzó un nivel de civilización notable: potentes fortificaciones rodeaban las residencias de los reyezuelos cananeos, en guerra permanente unos contra otros y que recurrían a los carros de guerra arrastrados por caballos. Se construían espaciosas residencias que contrastaban con los cuchitriles que sus contemporáneos ocupaban. Las tumbas, cavadas en la roca, eran sepulturas generalmente familiares; armas y joyas de buena calidad acompañaban los restos de los difuntos afortunados. En el ámbito de la cerámica, las formas imitan al metal. Se ve extenderse por la región una alfarería hicsa: negra, pulida e incrustada de pasta de caliza blanca, así como trabajos sobre marfil de gran calidad; también son reputados los cananeos del norte (proto-fenicios) por el tinte en púrpura.
• Hacia 1850 a. C. la ciudad de Ascalón se convirtió en capital de un reino y en puerto muy activo sobre el Mar Mediterráneo, desde donde se exportaban los productos del interior. Rodeada de una muralla de 2 km de circunferencia, la ciudad debía contar con cerca de 15.000 habitantes.
• En esta época comienza la migración de las tribus de Israel hacia Canaán, posiblemente desde el sur de la región caucásica. No existe documentación histórica verificable. Según el Antiguo Testamento, es el periodo correspondiente a Abraham, Isaac y Jacob, que abarcaría hasta 1350 a. C. aproximadamente.
• Completando la liberación nacional emprendida por los faraones de la décimo séptima dinastía, Amosis se apoderó de Avaris y expulsó a los hicsos hasta Asia. Así pues, hacia mediados del siglo XVI a. C. Egipto conquistó Canaán donde el protectorado egipcio se mantuvo durante tres siglos y medio, durante los cuales la situación internacional sufre numerosas modificaciones: los conflictos con los hititas y las frecuentes rebeliones de los beduinos acampados en el Negev y Sinaí implicaron destrucciones, saqueos, y deportaciones.
Dominación egipcia
En el Génesis se relata cómo algunos de los descendientes de Israel se convirtieron en esclavos egipcios. Se han dado varias explicaciones para explicar las circunstancias bajo las cuales esto ocurrió, algunos historiadores creen que pudo haberse debido al cambio de las condiciones políticas en Egipto: en 1650 a. C. el norte de Egipto fue conquistado por tribus de un pueblo llamado Hicso por los egipcios, al parecer una mezcla de semitas y de hurritas. Los hicsos fueron expulsados por Amosis I (1550 - 1525 a. C.), el primer faraón de la décimo octava dinastía con la que comienza el Imperio Nuevo. Amosis destruyó la capital de los hicsos en Avaris y sus sucesores conquistaron la ciudad de Saruhen (cerca de Gaza),9 y destruyeron confederaciones canaanitas en Megido, Hazor y Qadesh. Tutmosis III (1504 a. C. al 1450 a. C.) estableció el imperio de Egipto sobre el occidente del Cercano Oriente, derrotando a la confederación cananea en Megido y tomando la ciudad de Joppa, trasladando la frontera desde el Sinaí a la curva de Éufrates, zona que más tarde abarcaría el reino de Salomón. El imperio egipcio se mantuvo en la región de la cuál debían emerger Israel y Judá hasta el reinado de Ramsés VI, circa 1150 a. C.
Cronología aproximada:10
• 1440 a. C.: reinado de Amenhotep II, durante el cual se encuentra en los textos egipcios la primera mención del pueblo Habiru (posiblemente hebreos).11 La evidencia recientemente descubierta parece indicar que muchos habirus hablaban hurrita;12 posiblemente era una casta social más que un grupo étnico, e incluso pueden haber estado incorporados en los grupos tribales de los primeros israelitas.13 14 15
• Circa 1400 a. C.: primera mención a los shasu en expedientes egipcios encontrados en el sur del Mar Muerto. Shasu es un nombre que contiene un grupo yavista, aunque la inscripción egipcia de Amenhotep III, en el templo de Soleb, "Yhw en la tierra del Shasu", no utiliza el determinativo para un dios ni para la gente, sino para el nombre de un lugar.
• 1350-1330 a. C.: la correspondencia de Amarna da cuenta detallada de las cartas intercambiadas durante el período de dominación egipcia en Canaán durante el reinado de Akenatón. Los alcaldes locales, tales como Abdi Khepa de Jerusalén y Labaya de Siquem, eran delegados del faraón, y actuaban en su favor. Akenaton les informa de haber enviado a la región a un regimiento de Medjay (Nubia) para mantener orden. En este período comienza la expansión hitita en el norte de Siria, y se conoce la propagación de una epidemia en la región.
• 1300 a. C.: algunos comentaristas de la Biblia calculan el nacimiento de Moisés alrededor de esta fecha. Otros lo colocan antes del 1400 a.C.


Imperio hitita entre 1560 y 1300 a. C.
• 1292 a. C.: comienza la Dinastía XIX con el reinado de Ramsés I. Ramsés II (1279-1213) firmó un tratado con los hititas después de cederles el norte del Levante. Condujo una campaña a través del territorio que más tarde sería Israel, después de la rebelión de los shasu que siguió a la batalla de Qadesh, estableciendo una guarnición egipcia en Moab.
• Circa 1200 a. C.: el imperio hitita de Anatolia fue conquistado por tribus llegadas del oeste. Los cananeos de la costa norte, (llamados posteriormente "fenicios" por los griegos) pudieron haber sido desplazados temporalmente, pero regresaron tras la marcha de los invasores que no se asentaron en el lugar.16
• 1187 a. C.: Invasión de Egipto por los Pueblos del Mar. Entre ellos estaba un grupo llamado P-r-s-t (primero registrado por los egipcios como P-r/l-s-t) identificado generalmente con los filisteos. Aparecen en una inscripción del templo construido por Ramsés III en Medinet Habu, donde describe su victoria contra los pueblos del mar. Los estudiosos de la biblia del siglo XIX identificaron la tierra de los filisteos (Filistea o Peleshet, con el significado hebreo de "invasores") con Palastu y Pilista de las inscripciones asirias, según el diccionario de la Biblia de Easton (1897). Otros grupos además de los filisteos eran los tjekker, dananeos y shardana; el contraataque de Ramsés III destruyó la mayoría de los sitios cananeos. El mismo faraón permitió más adelante a los filisteos y tjekker, y posiblemente también a los dananeos, reconstruir las ciudades del camino costero, llamadas en el Éxodo el Camino de los Filisteos, nombre que se utiliza para denotar la región costera habitada por este pueblo. Las cinco ciudades filisteas principales eran Gaza, Ashdod, Ekron, Gath, y Ascalón. La arqueología moderna sugiere intercambios culturales con Micenas; Aunque los filisteos adoptaron la cultura y la lengua local cananea antes de dejar cualquier texto escrito, se achaca un origen indoeuropeo para las pocas palabras filisteas conocidas.
• 1150 a. C.: problemas internos de Egipto conducen a la retirada de las guarniciones egipcias asentadas en Bet She'an, en el valle del Jordán, Megido y Gaza, durante el reinado de Ramsés VI.


Posibles rutas del Éxodo, según el relato bíblico.
El Éxodo de Egipto de los israelitas y su cronología están en permanente debate. Kenneth A. Kitchen cree que ocurrió en el reinado de Ramsés II debido a las ciudades egipcias nombradas en el libro del Éxodo: Pithom (Pi-Atum) y Rameses.17 17 La evidencia de una presencia israelita en Canaán no se encuentra hasta seis años después de la muerte de Ramsés II, en la Estela de Merenptah, en una inscripción realizada por ese faraón sobre su campaña militar en tierras de Canaán hacia 1210 a. C.
El período del final de la décimo octava y principio de la vigésima dinastía fue particularmente confuso. Documentos egipcios registran la ocupación de altos cargos de la corte por asiáticos y la destrucción por éstos de varios templos. El sirio Bay usurpó temporalmente el poder real desde el puesto de Visir, y la reina Tausert, madre del faraón Siptah, sustituyó a éste a su muerte como reina-faraón hasta que Setnajt se hizo con el trono y acabó con el caos. Estos acontecimientos pueden falsear las fechas que relató Osarsep, un sacerdote de Osiris en Heliópolis fuente de la Aegyptiaka de Manetón divulgada más tarde por Flavio Josefo.
Problemas con la cronología bíblica
El total de los reinados de los reyes de Judá entre el cuarto año del reinado de Salomón, cuando se supone que construyó el Templo, y la destrucción de Jerusalén en 586 a. C., da 430 años. Esto sugeriría que la edificación del Templo ocurrió en el 1016 a. C. Según Reyes 6:1, transcurrió un total de 480 años entre el éxodo y la construcción, lo que da la fecha de 1496 a. C., que según Redford coincide con el año noveno del reinado de Hatshepsut.15 Según Éxodo 12:40, el destierro en Egipto había durado 430 años, con el resultado que la llegada de Israel y de su familia debería haber ocurrido en el reinado de Sesostris I, hacia 1926 a. C. Agregando las largas vidas de Abraham, Isaac y Jacob, habría que fechar la llegada de Abraham a Canaán en el 2141 a. C., y la llegada a Egipto en 2116 a. C., durante la décima dinastía cuya capital estaba en Heracleópolis Magna. La esclavitud en Egipto habría ocupado el período entre las dinastías XII a la XVIII. Como en Números 32:13 se asignan 40 años a vagar por el Sinaí, las conquistas de Josué deben haber ocurrido algo antes del reinado de Tutmosis III, cuando todo Canaán estaba en poder de Egipto, y el periodo de los Jueces sería entre 1456 y 1150 a. C., casi exactamente el período del imperio egipcio en Asia. Desafortunadamente las fuentes egipcias no dicen nada sobre Israel, Josué o sus sucesores, y la Biblia no dice nada sobre los Amenofis, Tutmosis o Ramsés de este periodo.18
La conquista de Canaán
Claramente, el proceso de la infiltración israelita en Canaán es más complicado que lo narrado en la Biblia. El patrón del establecimiento y la génesis de Israel como pueblo fue un proceso complejo que implicaba principalmente a grupos nativos de pastores de Canaán (quizás incluyendo habiru y shasu), con una cierta infiltración de grupos exteriores, tales como hititas y arameos del norte así como grupos meridionales de shasus tales como los keinitas, alguno de lo cuales puede haber venido de las zonas controladas por Egipto. Genéticamente, los judíos demuestran tener conexiones con el pueblo kurdo y otros grupos del norte de Iraq, sugiriendo ésta como el área de la cual la mayoría de sus antepasados vinieron originalmente, un hecho confirmado arqueológicamente a partir del período Khirbet Kerak, período medio de la Edad del Bronce, con la expansión de los hurritas (horreos en el Tanaj), y con la de los shasu (= egipcio) y de ahlamu (= en acadio asirio, arameos) al principio de la Edad del Hierro.19 20 21


Distribución de las tribus alrededor del 930 a. C.
Según la Biblia, tras salir de Egipto, los israelitas vagaron por el desierto durante una generación, para invadir luego la tierra de Canaán destruyendo ciudades cananeas, como Ai, Jericó y Hazor bajo las órdenes de Josué. Sin embargo, este hecho también se lo adjudica Ramses II que asegura haber conquistado Canaán y destruido Jericó y otras ciudades circa 1200 a. C.,22 a pesar del hecho de que Ai y Jericó parecen haber estado deshabitadas en este tiempo, desde que habían sido destruidas cerca del 1550 a. C. Muchos otros de los sitios mencionados en el Libro de Josué también parecen haber estado abandonados en el 1200, pero estaban ocupados en el siglo VII a. C., fecha sugerida por Mattfield como la más probable para el Éxodo. Otros grupos podían haber desempeñado un papel protagonista en la destrucción de centros urbanos durante la última edad de bronce, como los pueblos del mar, entre los cuales estaban los filisteos y los mismos egipcios, que invadieron la zona muchas veces. Las guerras entre las ciudades-estados vecinas han desempeñado probablemente un papel importante.
Periodo de los Jueces
Si los israelitas regresaron a Canaán hacia el 1200 a. C., ésta era una época en que los grandes poderes de la región estaban neutralizados por apuros de varias clases. Fue la época de los "pueblos del mar", en la que filisteos, tjekkers y posiblemente dananeos se instalaron a lo largo de la costa desde Gaza en el sur a Joppa en el norte. El Oriente Medio parecía vivir en una edad oscura, de la que tardó siglos en salir. La recuperación parece que comenzó en las ciudades comerciantes del área filistea, siguiendo hacia el norte, a las fenicias antes de avanzar hacia las zonas interiores, las colinas de Judea y Samaria, la base histórica de Judea e Israel.
En sus ataques iniciales bajo Josué los hebreos ocuparon la mayoría de Canaán, que repartieron según las líneas familiares tradicionales derivadas de los hijos de Jacob y de José (las tribus de Israel). No había ningún gobierno formal, y el pueblo era guiado por los jueces.
Los Jueces eran los líderes carismáticos de su tiempo, personas inspiradas por el Espíritu Santo (Jue 3:10; 6:34; 11:29; 13:25; 14:6,19; 15:14,19). Eran los pastores del pueblo que generalmente pertenecían a las familias más importantes de sus tribus (2ª Sam 7:7).
En este tiempo, el nombre "Israel" se mencionó por primera vez en una fuente arqueológica contemporánea, la estela de Merenptah.
Orígenes de la monarquía
La prosperidad volvió a la región al final de la edad de bronce, se recuperó el comercio con Egipto y Mesopotamia, y se abrieron nuevas rutas comerciales, desde Cadesh-Barnea al sur, de Hebrón, Jerusalén y Lakís en Samaria, a Siloé, Siquem y a través de Galilea, a Megido y todo el valle de Jezreel. Esta ruta amenazaba el monopolio comercial de los filisteos, que intentaron dominarla tanto directamente, con una intervención militar contra la fuerza cada vez mayor de las tribus de Israel, como indirectamente, promoviendo a mercenarios a posiciones de poder como los Achish de Gath, posteriores aliados de David. Según lo permitido en el capítulo 7 del Deuteronomio, Israel eligió un rey para luchar con eficacia (I Samuel 8:6, 20). Según los libros de Samuel, el último de los jueces, la nación pidió un rey porque los hijos de Samuel, que habían sido designados como jueces, emplearon mal su cargo; aunque él intentó disuadirlos, los israelitas estaban resueltos, por lo que Saul ben Qish, de la tribu de Benjamín, fue ungido como rey por Samuel. Desafortunadamente no se ha encontrado ninguna evidencia independiente sobre la existencia de Saúl, aunque el primer período de la Edad del Hierro era una fase de expansionismo filisteo, lo que está de acuerdo con el relato bíblico.
Reino unido
El Reino de Israel (en hebreo: מַלְכוּת יִשְׂרָאֵל, Maljut Yisrael) abarcaba en la época de máxima expansión una extensión muy superior a la del actual estado de Israel, ya que se extendía del sur del Líbano a la península del Sinaí y del mar Mediterráneo al río Jordán, según las descripciones de Samuel.
Según Finkelstein y Silberman, en la época de los reinados de David y Salomón Jerusalén parece estar despoblada o con solo unos cientos de habitantes: insuficientes para gobernar un imperio que abarcase desde el Éufrates a Eilath. Aseguran que la primera referencia independiente para el Reino de Israel es de 890 a. C., mientras que para el de Judá es aproximadamente 750 a. C. Sugieren que, debido a los prejuicios religiosos, los historiadores posteriores (es decir, los autores bíblicos) suprimieron los logros de la dinastía de Omrí (que la Biblia describe como politeístas) achacándolos a una supuesta edad de oro de los gobernantes monoteístas.23
1050 a. C.: los israelitas unidos bajo el rey Saúl
El reinado de Saúl fue corto, gobernó solamente durante dos años y fue acusado de corrupto, aunque algunos manuscritos antiguos dan la cifra de 42 años (cf. Nuevo Testamento, que le da un reinado de cuarenta años); basándose en el número de las batallas que se le atribuyen, es probable que reinase veintidós años. Murió en batalla contra los filisteos; fuentes antimonárquicas implican a David, sugiriendo que él había estado al lado de los filisteos.
Según las fuentes, David y Saúl se habían convertido en enemigos, por lo menos desde el punto de vista de Saúl. Las fuentes describen a Jonatán, hijo de Saúl, o bien a Michal, su hija, (fuente anti-monárquica y monárquica respectivamente) como quien ayudó a David a escapar de Saúl, aunque asumiendo la reconciliación antes de su muerte.
El heredero, Ishbaal ben Saúl, asumió el control de Israel pero, según Samuel, gobernó solamente dos años antes de que lo asesinaran.24 David, que se había convertido en rey de Judá, acabó con los rebeldes y fue designado rey de Israel en lugar de Ishbaal. Cierto número de críticos y eruditos bíblicos han sugerido que David fue realmente responsable del asesinato, y su posición al contrarrestar la rebelión era un intento de legitimarse.
De acuerdo a Samuel, Israel se rebela y designa a Absalom, hijo de David, como nuevo rey. La Biblia entonces describe como Israel se rebela y asume el control de Judea, forzando a David al exilio al este del Jordán.25
Según Samuel, David lanzó un contraataque y triunfó, aunque con la pérdida de Absalom, su hijo. Reconquistada Judea, y afirmado el control sobre Israel, David regresa al oeste del Jordán, aunque continúa sufriendo rebeliones por parte de Israel, superando con éxito cada una.
1000 a. C.: David toma el trono
Según las escrituras, David emprendió campañas militares contra los enemigos de Judá e Israel, y derrotó a enemigos tales como los filisteos, amonitas y arameos, consiguiendo así que las fronteras permanecieran seguras, aunque sufrió la sublevación de su hijo Absalom, erigido como rey en Hebrón, que fue derrotado y muerto por las tropas de David. Tras arrebatar Jerusalén a los jebuseos, trasladó a esta ciudad fortificada la corte, que estaba en Hebrón, y el Arca de la Alianza, que se encontraba en Quiryat Yearim.
Bajo su gobierno, Israel pasó de reino a imperio, y su esfera de influencia militar y política en el Oriente Medio se amplió, controlando a estados más débiles como a los filisteos, Moab, Edom, Ammon, y convirtiendo en vasallas a algunas ciudades-estados arameas (Aram-Zobah y Aram-Damasco). Las fronteras iban del mar Mediterráneo al desierto árabe, del mar Rojo al río Éufrates.26 Algunos arqueólogos modernos, aunque minoritarios, creen que el área bajo control de Judá e Israel en esta época, excluyendo los territorios fenicios en la costa mediterránea, no excedía de 34.000 km²; de éstos, el reino de Israel abarcaba cerca de 24.000 km²nota 227
Sin embargo, La interpretación de la evidencia arqueológica sobre el alcance y la naturaleza de Judá y Jerusalén en el siglo 10 antes de Cristo es un tema de intenso debate. Israel Finkelstein y Zeev Herzog de Universidad de Tel Aviv piensa que el registro arqueológico no apoya la opinión de que Israel en ese momento era un estado importante, sino más bien un pequeño reino tribal.28 Finkelstein dice en suLa Biblia desenterrada(2001): "[O] n la base de estudios arqueológicos, Judá se mantuvo relativamente vacía de población permanente, muy aislados y la derecha muy marginal hasta después de la hora prevista para el David y Salomón, sin grandes centros urbanos y sin jerarquía pronunciada de caseríos, aldeas y ciudades.29 De acuerdo con Zeev Herzog "la monarquía unida de David y Salomón, que es descrito por la Biblia como un poder regional, era a lo sumo un pequeño reino tribal ".30 En el otro [[William G. Dever |] William Dever], en su ¿Qué hicieron los escritores bíblicos y que sabían?, sostiene que la evidencia arqueológica y antropológica apoya el relato bíblico amplia de un Estado de Judea en el siglo 10 antes de Cristo.31 Encuestas de la superficie se encuentra destinada a la localización y cambios en los patrones de asentamiento de población han demostrado que entre los siglos 16 y 8 a. C., período que incluye los reinos bíblicos de David y Salomón, toda la población de la región montañosa de Judá, no era más que unos 5.000 personas, la mayoría de ellos pastores errantes, con la zona urbanizada toda consta de una veintena de pequeños pueblos.32
965 a. C.: reinado de Salomón
Artículo principal: Salomón


Reconstrucción del Templo de Salomon.
A la muerte de David le sucedió su hijo Salomón, que obtuvo el reino sobre su hermano mayor, Adonías, a quién mató más adelante. El reinado de Salomón trajo una paz sin precedentes.
Tanto David como Salomón firmaron alianzas con el rey de Tiro, y a cambio de la devolución de sus tierras llegaron en gran número artesanos, trabajadores expertos, dinero, joyas, madera de cedro y otras mercancías. El palacio de David y el templo de Salomón se suponen construidos con la ayuda de recursos tirios y gracias a sus arquitectos, como Hiram.
Salomón reconstruyó gran número de ciudades importantes, como Megido, Hazor, y Gazer; ésta ha sido excavada por arqueólogos, y se han descubierto grandes construcciones, como los establos para los caballos de Salomón, junto con fuentes para abrevaderos.
Emprendió numerosas obras arquitectónicas, entre las que destaca por encima de todas la construcción del Templo de Jerusalén como asiento para el arca de la Alianza; también levantó un palacio y realizó obras públicas como un terraplén que unía el templo con la ciudad de Jerusalén.nota 3
Reinó durante 40 años, durante los cuales la seguridad interna y el control de las vías de comunicación facilitaron la expansión del comercio, trayendo una gran prosperidad. Mantuvo relaciones con Ofir y Saba.33
A la muerte de Salomón circa 926 a. C., dejando como heredero a su hijo Roboam, las tensiones entre el norte de Israel que contenía las 10 tribus norteñas, y la sección meridional con las tribus de Judá y Benjamín y capital en Jerusalén, alcanzaron un punto de crisis. Cuando en 920 a. C. Roboam desoyó las quejas económicas, Israel quedó partido en 2 reinos: el de Israel (incluyendo Siquem y Samaria), en el norte y el de Judá (con Jerusalén) en el sur; la mayoría de las provincias no-hebreas se separaron.
El reino de Israel, al norte, se mantuvo como estado independiente desde el año 930 a. C. hasta el 720 a. C., cuando fue conquistado por el imperio asirio. El reino de Judá, existió hasta el 586 a. C., cuando fue conquistado por el imperio babilónico.34 35
Los dos reinos
Hay un problema sobre la monarquía dividida, y es que la Biblia de los setenta, los textos masoretas y los de Flavio Josefo mencionan diferentes figuras. Otro problema en que se desconoce si los dos reinos utilizaron el mismo calendario, además de si los años de los reinados son completos o en parte, y se ignora si hubo corregencias.
Reino de Israel
Alrededor del 920 a. C., Jeroboam lideró la rebelión de las tribus norteñas estableciendo el reino de Israel (I Reyes), con capital en Siquem. B. S. J. Isserlin asegura que el reino de Israel era similar a los cananeos de su entorno geográfico, tanto en su política y economía como en los planteamientos urbanos, artísticos e industriales.36
Económicamente el estado de Israel parece haberse desarrollado mejor que su vecino del sur, debido a las mayores precipitaciones y unos sistemas agrícolas más productivos. Según el relato bíblico, que no se puede comprobar por fuentes exteriores, hubo 19 reyes en Israel. Políticamente fue menos estable que Judá, manteniendo una dirección carismática por méritos, y la competencia entre las familias predominantes parece depender mucho más de acuerdos con poderes exteriores, como Tiro, Aram o Asiria que en su propia autoridad. Esta necesidad de aplacar a vecinos importantes comenzó ya en el reinado de Jeroboam, cuando, a pesar de las fortalezas de Tirzah, Siquem, y Penuel, Israel fue invadido por el faraón Sheshonq I de la dinastía XXII.37


El rey Jehu ante Salmanasar III.
El reino de Israel parece haber sido más poderoso en la segunda mitad del siglo IX a. C., cuando Omrí (885-874 a. C.) fundó una nueva dinastía con capital en Samaria, ciudad mejor protegida, con la ayuda de la ciudad fenicia de Tiro, reforzando esta alianza al casar a su hijo y sucesor, Acab (874-853 a. C.), con la hija del gobernante de Tiro, Itobaal, y a su hija Atalía con el hijo del rey Josafat de Judá, el futuro rey Joram. Acab formalizó múltiples alianzas entre los pequeños reinos y contribuyó con 2.000 carros y 10.000 soldados a la coalición que derrotó a Salmanasar III en Qarqar (853 a. C.).
Doce años más tarde, Jehú, con ayuda del reino de Aram, dio un golpe en el cual Acab y su familia fueron asesinados, y es ungido rey de Israel por el profeta Eliseo. La Biblia no hace ninguna referencia al hecho, pero las fuentes asirias se refieren a Jehu como un monarca de la casa de Omri, lo que puede indicar que este golpe era el resultado de luchas dentro de la misma familia predominante. Hacia el 838 a. C. se aviene a pagar un tributo a Salmanasar III para defenderse de los arameos de Damasco. Jehú se muestra arrodillado ante el monarca asirio en el obelisco negro de Salmanasar, y es el único monarca de cualquiera de ambos estados del que se conserva un retrato.
Como resultado de estos cambios, Israel, al igual que su vecino meridional, cayó dentro de la influencia del reino arameo de Damasco. El rey Hazael guió a los arameos contra Joram de Israel y Ocozías de Judá, derrotándolos en Ramoth-Gilead. Tras esta batalla, Hazael rechazó dos ataques asirios contra los territorios israelitas situados al este del Jordán, y la ciudad filistea de Gath e intentó tomar Jerusalén (II Reyes, 2 12-17). Una inscripción descubierta en Tel Dan se considera erigida por Hazael, después de la batalla de Ramoth-Gilead.38
Jeroboam II fue coronado rey de Israel en 787 a. C. Luchó contra Damasco y Moab en un intento de expansión, mientras los asirios amenazaban a los reinos judíos. Jeroboam II murió en el año 747 a. C. en una rebelión popular, y con él acabó la dinastía de Jehú.
De la sangrienta rebelión, Menahem se erigió en rey el 745 a. C., y aceptó pagar tributo a Tiglath-Pileser III. Le sucedió su hijo Pecajías, que perdió el trono ante Pecaj.
Pecaj intentó una coalición con Rasón de Damasco y Ajaz de Judá, para combatir a los asirios. Pero Ajaz apoya a Asiria, lo que llevó a la caída de Israel en poder del rey asirio Sargón II, que lo incorporó a su imperio en el 720 a. C. (II Reyes 17, 3-6). La evidencia arqueológica demuestra que mucha gente huyó al sur, hacia Judá cuya capital (Jerusalén) parece haber crecido cerca del 500% en este tiempo. En esta época muchas tradiciones norteñas comenzaron a seguirse en la región de Judá.
Este período del eclipse de Israel coincide con la aparición de una línea de profetas independientes, Amós, Joel, Oseas y Elías, Eliseo e Isaías altamente críticos con los monarcas de Israel. La tradición espiritual que más adelante crecería en la historia bíblica, tuvo aquí sus orígenes, según muchos exégetas bíblicos.
Reino de Judá


Judá e Israel.
Cuando en 922 a. C. el reino de Israel fue dividido, las tribus de Judá y Benjamín permanecieron fieles a Roboam, formando el reino de Judá con capital en Jerusalén. Roboam luchó contra el rey Jeroboam de Israel, guerra que mantuvo su hijo Abías o Abiyam (II Crónicas 12 y 13), acabando con su ejército y tomando Betel.
Le sucedió su hijo Asa, que prohibió el culto a los ídolos, rechazó a los madianitas y a los etíopes que habían invadido Judá, y luchó contra Basa, rey de Israel, con la ayuda de Ben-Hadad, rey de Siria.
La dinastía de Omri extremó la guerra contra Judá, ayudada por su alianza dinástica con Tiro. El rey Ocozías, hijo de Joram, fue asesinado en el año 846 a. C., su madre Atalía se hizo con el poder e inició en Jerusalén una persecución contra los que se oponían al culto del dios Baal. Seis años después, Atalía fue asesinada.
En 838 a. C. Joás, hijo de Ocozías, fue coronado rey de Judá y en Jerusalén se destruyó el templo de Baal, expulsándose a sus sacerdotes. Se restauró la religión de Yahvé, la misma actitud que toma Yehú en Israel destruyendo el templo de Baal en Samaria. Joás aceptó pagar un tributo a Salmanassar III para defenderse de los arameos de Damasco, y en el 800 a. C. Damasco fue vencida por el rey asirio Adadnarari III, conquistando Joás en el año 802 a. C. las zonas que habían dominado los arameos en Galilea.
Durante el reinado de Acaz, la población de Jerusalén creció enormemente como resultado de la llegada de muchos refugiados israelitas que huían del norte, pasando de ser un pequeño mercado local a una ciudad importante. Durante el reinado de Ezequías (725-697 a. C.), su hijo, la población había crecido alrededor de un 500%.39 Ezequías realizó grandes obras, incluyendo la ampliación de las murallas para incluir la nueva población tanto en Jerusalén como en Lakís, construyó la piscina de Siloé para dar a la ciudad una fuente independiente de agua en el interior de la ciudad y también amplió el Templo.
Phillip Davies y otros sugieren que en este tiempo Jerusalén estableció su propia escuela de escribas, reuniendo las fuentes de tradición oral que se conocen como Tradición yavista.40 La Biblia también explica que Ezequías emprendió importantes reformas religiosas, procurando sin éxito centralizar las prácticas religiosas en el Templo y erradicar la adoración a la serpiente Nehustan, culto que duraba desde los tiempos de Moisés. Parece haber sido fascinado por las historias de Salomón, recopilando la sabiduría atribuida a este monarca.
La ambición de Ezequías creció demasiado incitada por los faraones de la dinastía vigésimo sexta egipcia, y formó y dirigió una coalición con los filisteos intentando unificar Judá e Israel. Los asirios, que dominaban la zona filistea, le vencieron reduciendo Lakís a cenizas y llevándose a sus habitantes como esclavos. Senaquerib se jactó de haber encerrado a Ezequías en Jerusalén como a un pájaro en una jaula, pero la Biblia habla del ángel del señor que golpea violentamente a los sitiadores asirios, relato que parece señalar algún tipo de epidemia. Los asirios impusieron un tributo enorme que empobreció a la población de Judá durante una generación y condujo a la total revocación de las reformas de Ezequías.
Durante el reinado de su hijo Manasés (697-642 a. C.), bajo la más suave dominación de los reyes Asarhaddón y Asurbanipal, se produjo una recuperación económica, a pesar de las críticas que al monarca hace la Biblia. Se sabe que pasó cierto tiempo con Asarhaddón en Babilonia y que acompañó a Asurbanipal en la invasión de Egipto.
El hijo de Manasés, Amón, tuvo un reinado insignificante antes de que fuera asesinado el año 639 y pasara el trono a su hijo Josías, todavía un niño. En 633 a. C. el sacerdote Helcías, padre de Jeremías, encontró un libro de la Torá perdido (II Reyes 22:8) que atribuyó a Moisés, posiblemente el Deuteronomio, lo que condujo a reformas importantes del culto.41 Este reinado vio el eclipse y derrumbamiento del imperio asirio, lo que llevó a Josías a seguir la trayectoria de Ezequías centralizando toda el culto en Jerusalén, e instituyendo el Pésaj. Intentó unificar los reinos judíos y luchó por liberarse de Asiria, y tras la caída de ésta (612 a. C.), por liberarse de Egipto. Murió en batalla, resistiendo el avance del faraón Necao II en 609 a. C. En el 608 a. C. Necao II impuso como rey a Eliaquim, con el nombre de Joaquim. Los egipcios fueron derrotados por los babilonios el 605 a. C. en Karkemish, y Egipto quedó sometido por el rey babilonio Nabucodonosor II, que gobernaba también sobre Judá.
El año 598 a. C. Nabucodonosor II eliminó a Joaquim, que se negaba a pagar tributo. Su hijo Joaquín tampoco colaboraba, así que el ejército babilonio encarceló a Joaquín y a toda la aristocracia del reino de Judá.
Nabucodonosor II nombró a Matanías rey de Judá en el año 589 a. C. y, bajo el nombre de Sedecías, fue el último rey judío. Aconsejado por el profeta Jeremías se negó a pagar tributo a Babilonia, causando que Jerusalén quedase destruida en 587 a. C. y los judíos esclavizados.(II Reyes 25:1-9).
Cautiverio


Deportaciones de los judíos durante el Imperio Asirio.
Cautiverio asirio de los israelitas
En el 853 a. C. Salmanasar III de Asiria y posteriormente Sargón II en el 722 a. C. conquistaron Israel destruyendo su capital, Samaria, y enviando a la población al exilio y cautiverio. La mayoría de los habitantes, incluyendo la clase dirigente, fue deportada a otras tierras ocupadas por el imperio asirio y se trajeron gentes de esos lugares a Samaria. Así, dispersados entre otras naciones, asimilados en nuevas culturas, llegaron a perder su identidad original. Nunca volvieron, como pueblo, a la tierra de Israel, se les llamó las diez tribus perdidas.
Cautiverio babilónico de los judíos
• Cautiverio Babilónico 586 a. C.: conquista de Judá por Babilonia. Gran parte de la población, sobre todo la nobleza, fue deportada a Babilonia.
• 722 y 586 a. C.: primera diáspora. Los judíos fueron tomados como esclavos en lo que se refiere comúnmente como Cautiverio de Babilonia, o bien huyeron a Egipto, Siria, Mesopotamia, o Persia.
• 559 a. C.: Ciro II el Grande se convirtió en rey de Persia, conquistando Babilonia en el 539 a. C. El imperio persa gobernó Asia occidental, incluyendo a Israel, hasta el 333 a. C.
Como la mayoría de los grandes emperadores de la Edad del Hierro, Ciro permitió a sus súbditos practicar su propia religión mientras incorporasen al rey en su adoración como un dios o semidios, o al menos le hiciesen ofrendas. Tomó la medida de acabar con el estatus de nación esclava, aunque la relación personal seguía siendo la de amo-esclavo. Estas reformas se reflejan en el cilindro de Ciro y en los libros bíblicos de I Crónicas y de Esdras, que indican que sacó a los israelitas de la esclavitud y les concedió permiso para volver a la tierra de Israel.
Segundo Templo
Reconstrucción del Templo
Ciro permitió que Sesbasar, príncipe de la tribu de Judá, y Zorobabel llevaran a los judíos de Babilonia a Jerusalén. Se les permitió volver con los objetos del Templo que los babilónico habían tomado, y comenzaron la construcción del segundo templo (Esdras 1 y ss., (Isaías) 44 y 45), que se concluirá en 525 a. C. bajo la dirección espiritual de los profetas Ageo y Zacarías. En este tiempo Tierra Santa era una satrapía persa conocida como Yehud.
Los papiros de Elefantina (circa 450 - 419 a. C.) de la colonia militar judía en Egipto demuestran que en este tiempo algunos judíos seguían siendo politeístas, y consideraban que Yahveh tenía como esposa a la diosa Anat.
En 445 a. C. Artajerjes nombró virrey de Judá a Nehemías, que fortificó Jerusalén para defenderse del gobernador Samaria. la reforma de Israel fue conducida por los escribas judíos Nehemías (Nehemías 1-6) y Esdras; este último instituyó la sinagoga y sus servicios de rezos, y coronó la Toráh leyéndola en público ante la gran asamblea que instaló en Jerusalén.
Los samaritanos construyeron su propio Templo en el monte Garizim en 428 a. C. (II Macabeos 6,2).
La herencia de Alejandro Magno [editar]
Los persas fueron derrotados por Alejandro Magno, en el 331 a. C., en cuyo imperio queda incluido Israel. Se dice que no atacó Jerusalén después que una delegación de judíos lo satisficiera y le aseguraran su lealtad, mostrándole ciertas profecías contenidas en las escrituras.
En el 323 a. C. moría Alejandro, y en la lucha por el poder Israel cambió de manos por lo menos cinco veces en apenas veinte años. Babilonia y Siria fueron gobernadas por los seléucidas, y Egipto por los ptolomeos. Durante el reinado de Ptolomeo II (281-246 a. C.) se tradujo la Septuaginta en Alejandría. En esta época comenzaron a tomar importancia algunas sectas, como los fariseos, saduceos y esenios.
El rey seléucida Antíoco IV Epífanes atacó y venció a los ptolomeos y conquistó su imperio, saqueando Jerusalén para usar los fondos del Templo. Entre 174-163 a. C. promulgó varias ordenanzas para conseguir la helenización de los judíos: trató de suprimir el culto a Yahveh, prohibió el judaísmo suspendiendo toda clase de manifestación religiosa y trató de establecer el culto a los dioses griegos. Pero el sacerdote judío Matatías y sus dos hijos (los Macabeos) consiguieron levantar a los "judíos piadosos" (jasidim) en su contra y lo expulsaron. La fiesta judía de Jánuca conmemora este hecho (I Macabeos).
Reino asmoneo
Judas Macabeo recuperó Jerusalén en 164 a. C., purificando el Templo, reanudando los sacrificios; en 150 a. C. se expulsó a los sirios de Jerusalén, formándose Judá como Estado judío independiente. Comenzaba el reinado de los Asmoneos, apoyado por los fariseos (168-142 a. C.). cuando el imperio seléucida cayó en 129 a. C., el estado judío adquirió plena autonomía.
Juan Hircano, hijo de Simón Macabeo y Sumo sacerdote, gobernó desde Jerusalén entre 134 y 104 a. C., pero no fue reconocido como rey al no ser descendiente de David. Se anexionó Jordania, Samaria, Galilea e Idumea, con el apoyo de Roma. Los idumeos fueron forzados a convertirse al judaísmo.
En 105 a. C. el nuevo rey y sumo sacerdote de Judá, Alejandro Janneo, cambió el apoyo de los fariseos por el de los saduceos.
Ocupación romana
En el año 63 a. C. Pompeyo conquistó la región, convirtiéndola en reino tributario de Roma, y entre 57 y 55 a. C. Aulo Gabinio, procónsul de Siria, repartió el reino asmoneo en Galilea, Samaria y Judea, con 5 distritos bajo la jurisdicción del Sanedrín. Reprimió una revuelta popular y restituyó a Juan Hircano II como sumo sacerdote. Durante su campaña en Egipto, Alejandro, hijo de Aristóbulo II, arrebató a Hircano II el título de sumo sacerdote, pero en el año 54 a. C. Gabinio restableció el orden.


Reino de Herodes el Grande.
En 40 a. C. Herodes el Grande fue designado rey de los judíos por el Senado romano, lo que no indicaba independencia pero sí una cierta autonomía. Le sucedió Herodes Antipas, nombrado tetrarca de Galilea y Perea el año 4 a. C. Durante su reinado nacieron Jesús y San Juan Bautista, seguramente en el año 4 a. C.
En el año 6, Arquelao, etnarca de Samaria, Judea e Idumea fue depuesto por Augusto, y el territorio se anexionó a Siria como Provincia de Judea, con capital en Cesárea, bajo gobierno directo de Roma. Quirino, legado de Siria, organizó el primer censo de Judea al que se oponían los zelotes dirigidos por Judas el Galileo.42
Siguió un breve periodo de paz en Judá y Galilea durante los años 7-26, durante los cuales murió (el año 9) Hillel, presidente del Sanedrín y opuesto a la rigidez religiosa de Shammai, y el año 18 el prefecto Valerio Grato nombró Sumo Sacerdote a Caifás, que sería depuesto en el 36 por el legado sirio Vitelio.
El año 26 Poncio Pilatos fue nombrado gobernador de Judea. Durante su mandato (26 - 36) fue decapitado Juan Bautista y crucificado Jesús. También fue depuesto por Vitelo.
Tras la muerte de Herodes Antipas el año 39, Claudio designa como rey de los judíos a Herodes Agripa I (41-44), a Herodes de Calcis y posteriormente a Herodes Agripa II, (48-100), séptimo y último rey de la familia Herodes.
Guerras judeo-romanas
Primera Guerra Judeo-Romana
Comenzó en el año 66, cuando Eleazar ben Ananías, cesó los rezos y los sacrificios en el Templo en honor al emperador romano y mandó atacar a la guarnición de Jerusalén, todo ello debido al robo del tesoro del Templo. Herodes Agripa II huyó y los judíos consiguieron hacer frente al legado de Siria hasta la llegada del general Vespasiano en el año 67, que logró conquistar el norte. En el 69 fue nombrado emperador, dejando a su hijo Tito el encargo de tomar Jerusalén, cosa que logró en el 70, destruyendo el segundo Templo. La última fortaleza rebelde, Masada, cayó el año 73. A continuación, los romanos sustituyeron la figura del procurador por un pretor, y estacionaron de forma permanente la X Legión.
El rabino Yochanan ben Zakai, huido de Jerusalén, obtuvo el permiso del general romano para establecer un centro de aprendizaje judío y formar el Sanedrín en la ciudad de Yavne, lo que se considera el comienzo del judaísmo rabínico, cuando se recopiló la Halajá.43 El Sanedrín se convirtió en el cuerpo religioso, político y judicial supremo para los judíos por todo el mundo hasta el 425, cuando fue disuelto por el emperador Marciano.
Segunda Guerra Judeo-Romana
Llamada Guerra de Kitos, comenzó en el 113 debida a las medidas de Trajano contra los judíos: prohibición del estudio de la Torá y la observancia del Shabat, medidas tomadas para asegurarse la retaguardia mientras luchaba contra el Imperio Parto. La revuelta se produjo en varios lugares debido a la diáspora: en Cirene, desde donde se extendió a Alejandría, en Chipre, y en Mesopotamia, siendo duramente reprimida por los romanos. En el 118 fue nombrado emperador Adriano, que prometió autorizar la reconstrucción del Templo, lo que trajo la paz a la región.
Tercera Guerra Judeo-Romana
En 132 estalló la rebelión de Bar Kojba, debida a varias razones, pero sobre todo a los decretos dictados por Adriano que prohibían el Brit Milá, la celebración del Shabat, y las leyes de pureza en la familia, así como por las noticias de que pretendía levantar un templo en honor de Júpiter sobre las ruinas del de Jerusalén.
Akiva ben Iosef, que presidía el Sanedrín, convenció al resto de sus miembros de nombrar nasí (príncipe) a Simón bar Kojba, que declaró la independencia frente al Imperio romano, manteniendo a Israel durante tres años como estado independiente y llegando a emitir su propia moneda. Los romanos enviaron nueve legiones para reconquistar Israel, adoptando una estrategia de tierra quemada: según Dión Casio, murieron 580.000 personas y se arrasaron 50 pueblos fortificados y 985 aldeas. Bar Kojba se refugió en la fortaleza de Betar, donde fue capturado y muerto por los romanos en el 135.
Jerusalén también fue arrasada, y para evitar el retorno de los judíos se construyó una ciudad romana, Aelia Capitolina, y se aposentó una guarnición en el lugar donde se había levantado el Templo. Para completar la humillación, se llamó desde entonces a la región Provincia de Palestina, eligiendo el nombre de los filisteos a quienes Roma identificó como enemigos de los judíos. La mayoría de la población judía fue asesinada, esclavizada o exiliada y la religión judía prohibida, con lo que el centro de la vida religiosa judía pasó a Babilonia. En el siglo IV, Constantino I el Grande permitió a los judíos regresar a Jerusalén a lamentar su derrota una vez al año, el 9 de Av, en el Muro de las Lamentaciones.
Notas
1. ↑ En 2008 se encontraron pruebas de la existencia de un reino fuerte en Khirbet Qeiyafa. Ha sido datado con el carbono-14 por la universidad de Oxford entre de 1050 y 970 a. C., la época en que se sitúa el reinado de David. Seymour Gitin, arqueólogo y director del instituto de Albright de Jerusalén (institución americana privada) que ha estudiado los hallazgos de Khirbet Qeiyafa, asegura que los hallazgos de 2008 prueban que "había un centro urbano en el siglo X en las colinas al norte del Valle de Elah".
2. ↑ Una inscripción encontrada en Tell Dan fechada en 850-835 a. C. se interpreta que habla de la casa de David (ביתדוד); la estela de Mesha de Moab, parece contener la misma frase; y Kenneth Kitchen ha traducido una inscripción del faraón Sheshonq I de c. 945 a. C. que menciona "las tierras de David"
3. ↑ Las pruebas históricas sobre el rey Salomón, independientes del relato bíblico, son escasas. Las excavaciones arqueológicas en Hazor, Megiddo, Bethshan y Gezer han descubierto estructuras que los arqueólogos israelíes Ammon Ben-Tor, Amihai Mazar y el norteamericano William G. Dever sostienen que pertenecen a su reino y que todas esas ciudades fueron destruidas por un ataque de Sheshonq I. Finkelstein sostiene que estas estructuras son de un siglo después del reinado de Salomón.
Citas
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8. ↑ Finkelstein, Israel y Silberman, Neil Asher (2001). The Bible Unearthed: Archaeology's New Vision of Ancient Israel and the Origin of its Sacred Texts. ISBN 0-684-86912-8.
9. ↑ Mayani, Zacharie. Los hicsos y el mundo bíblico.
10. ↑ Solamente desde el siglo IX hay fuentes asirias contemporáneas que permitan comprobar los datos bíblicos.
11. ↑ Se menciona a los habiru en las cartas de Amarna, que incluyen muchas de gobernantes cananeos vasallos, escritas en acadio (la lengua diplomática de la época) a los faraones egipcios en el siglo XIV a. C.
12. ↑ (Se ha encontrado el llamado prisma de Tikunani, un artefacto de arcilla con una inscripción cuneiforme en acadio, que enumera los nombres de los soldados Habiru del rey Tunip-Teššup de Tikunani (un reino pequeño del norte mesopotámico). Este rey era contemporáneo del hitita Hattusil I (circa 1550 a. C.). Desgraciadamente resultó que la mayoría de los 438 soldados Habiru de Tunip-Tessup tenía nombres hurritas que no se podrían explicar en ninguna lengua cananea (la familia a la cual pertenece el hebreo) o ninguna otra lengua semítica. El resto de los nombres es semítico, excepto uno. Esto también planteó la duda sobre si Habiru no fuese un grupo étnico.
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17. ↑ a b Kitchen, Kenneth A. (2003). Rehabilitación del Antiguo Testamento. William B. Eerdmans Publishing Company (Michigan). ISBN ISBN 0-8028-4960-1.
18. ↑ Ibid pág. 257-259
19. ↑ {{cita libro|autor=Dever, William G.|título=What Did the Biblical Writers Know and When Did They Know It? |año=2001 |id=ISBN 0-8028-4794-3
20. ↑ Dever, William G. (2003). Who Were the Early Israelites and Where Did They Come from?. ISBN 0-8028-0975-8.
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24. ↑ 2 Samuel 2:10
25. ↑ Esta sección del texto bíblico, y el resto de los libros de Samuel parece pertenecer a una sola fuente, que retrata a Israel y Judea como reinos absolutamente distintos.
26. ↑ 2 Samuel
27. ↑ McKenzie, Steven (2002). King David: A Biography. Oxford University Press. ISBN 978-0-19-513273-1.
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29. ↑ Israel Finkelstein y Neil Asher Silberman,La Biblia desenterrada: Nueva visión arqueológica del antiguo Israel y el origen de su Sagrada Textos, p.132. Mas este resumen del libro de Finkelstein y Silberman.
30. ↑ = 32 & Itemid = 34 mideastfacts.org - La deconstrucción de las murallas de Jericó
31. ↑ google.com / books? id = 6-VxwC5rQtwC & pg = PA127 & lpg = PA127 & dq = dever + arqueólogo & source = web & ots = hTb69Ntpq9 & sig = 6boKenG3GOaky3YTJDx5LKr851k # PPP1, M1 Dever, ¿Què sabian los escritores bíblicos...?
32. ↑ El patrón de asentamiento en el antiguo Judá, véase A. Ofer "," Toda la región montañosa de Judá ": de la franja de la liquidación a una monarquía próspera ", en I. Finkelstein y N. Na aman", eds.Del nomadismo a la monarquía(Jerusalén: Israel Exploration Society, 1994), pp. 92-121; "las colinas de Judea en el período bíblico", Qadmoniot 115 (1998), 40-52 (en hebreo), "el período monárquico en el Altiplano de Judea," en A. Mazar, ed.Estudios en el Arqueología de la Edad de Hierro en Israel y Jordania(Sheffield: Sheffield Academic Press, 2001), pp. 14-37.
33. ↑ I Reyes 9, 28
34. ↑ I Reyes
35. ↑ II Crónicas
36. ↑ Isserlin, B. S. J.. The Israelites. Augsburg Fortress Publishers. ISBN 0-8006-3426-8.
37. ↑ Nuevas evidencias arqueológicas
38. ↑ Excavaciones recientes en Gath han revelado la evidencia del sitio y conquista de la ciudad.
39. ↑ Finkelsetin, Israel, and Silberman, Niel Asher (2002), "The Bible Unearthed: Archaeology's New Vision of Ancient Israel and the Origin of Its Sacred Texts" (Free Press)
40. ↑ Davies, Phillip R. (1998), "Scribes and Schools: The Canonization of the Hebrew Scriptures" (Westminister John Knox Press)
41. ↑ Martin Noth demostró que el Deuteronomio difiere de los otros cuatro libros del Pentateuco, y que fue compuesto en gran parte durante el reinado de Josías convirtiendo al rey en un héroe conectado de cerca con el sacerdocio de Siloé
42. ↑ Josefo en Antigüedades judías, libro XVIII.
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Bibliografía [editar]
• Cazelles, Henri (1984). Historia política de Israel: Desde los orígenes a Alejandro Magno. Ediciones Cristiandad. ISBN 84-7057-355-1.
• Vaux, Roland de (1975). Historia antigua de Israel. Ediciones Cristiandad. ISBN 84-7057-169-9.
• Herrmann, Siegfried (1985). Historia de Israel en la época del antiguo testamento. Ediciones Sígueme. ISBN 84-301-0770-3.
• Renan, Ernest (1986). Historia del pueblo de Israel. Orbis. ISBN 84-7634-316-7.
• Krämer, Gudrun (2006). Historia de Palestina. Desde la conquista otomana hasta la fundación del estado de Israel. Siglo XXI de España Editores. ISBN 978-84-323-1274-8.
• Kitchen, K. A. (1997). «A Possible Mention of David in the Late Tenth Century B.C.». Journal for the Study of the Old Testament (76). pág. 29–44.

sábado, 17 de abril de 2010

¿CUANDO UN HOMBRE ES UN MASÓN?

Joseph Fort Newton

* Cuando puede examinar con cuidado los ríos, las
colinas y el lejano horizonte con un sentimiento
profundo de su propia pequeñez en el vasto esquema de
las cosas y aún tener fe, esperanza y coraje, los
cuales son las raíces de toda virtud.

* Cuando conoce que en el fondo de su corazón cada
hombre es tan noble, tan vil, tan divino, tan
diabólico y tan solitario como él mismo y busca
conocer, perdonar y amar a su compañero.

* Cuando sabe como simpatizar con un hombre en sus
tristezas y aun en sus pecados, conociendo que cada
hombre pelea una dura batalla contra muchas
desventajas.

* Cuando ha aprendido cómo hacer amigos y mantenerlos
y sobre todo, cómo ser amigo consigo mismo.

* Cuando ama las flores, puede perseguir aves sin un
arma y siente el escalofrío de una antigua diversión
olvidada, cuando escucha la risa de un pequeño niño.

* Cuando puede ser feliz y orgulloso en medio de las
infelicidades de la vida.

* Cuando los árboles coronados de estrellas y el
reflejo de la luz del sol sobre las corrientes de agua
lo seducen como la idea de una muy amada y anhelada
muerte.

*Cuando ninguna voz de sufrimiento llega a sus oídos
en vano y ninguna mano busca su ayuda sin respuesta.

*Cuando encuentra bondad en cada fe que ayuda a
cualquier hombre a depender de las cosas divinas y a
ver los significados majestuosos en la vida, sin
interesar cuál pueda ser el nombre de esa fe.

* Cuando puede mirar un charco al lado del camino y
ver algo más allá del barro y a la cara del más
miserable mortal y ver más allá del pecado.

* Cuando sabe cómo orar, cómo amar y cómo esperar. *
Cuando ha mantenido la fe consigo mismo, con su Dios;
en su mano una espada contra la maldad, en su corazón
un pedazo de canción; feliz por vivir, pero no
temeroso de morir!

* Este hombre ha encontrado el único secreto de la
Masonería y el único que debe tratar de dar a todo el mundo.

PUblicado en http://masones.blogia.com/2007/030502-cuando-un-hombre-es-un-mason-.php

miércoles, 14 de abril de 2010

IGLESIA DENUNCIARA A CURAS PEDERASTAS

Iglesia denunciará a curas pederastas
Héctor Figueroa

Abuso a menores es producto del libertinaje sexual, afirma el EpiscopadoLAGO DE GUADALUPE, Méx.— En un pronunciamiento conjunto, los obispos mexicanos pidieron perdón a las víctimas de de algunos malos sacerdotes del país, que incurrieron en abuso sexual y sicológico.
Reunidos en la sede de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), cardenales, arzobispos y obispos consideraron que el caso de abuso a menores es un problema social que debe enfrentarse.
A nombre de los jerarcas religiosos, el secretario general de la CEM, Víctor René Rodríguez Gómez, leyó un documento en el que afirman que no encubrirán un solo caso de abuso a menores.
“Hoy, como pastores, queremos pedir perdón a aquellos que han sido víctimas de abusos por parte de sacerdotes deshonestos, quienes con abominables acciones han dañado a niños inocentes, traicionando su ministerio.”
La cúpula del clero se manifestó también en favor de fortalecer la educación sexual, desde las familias y las escuelas, para combatir desórdenes sexuales.
“Ha faltado más educación sexual desde las familias y las escuelas, sin reducirla a una mera información genital, que a veces lleva al libertinaje sexual.”
La jerarquía católica consideró que “los problemas de pederastia se deben a varios factores. La sociedad ha tendido a ser muy liberal en ética sexual y se ha promovido la no prohibición, sino la tolerancia, en todo desorden; ahora vemos las consecuencias”, expuso Rodríguez Gómez.
La CEM respaldó el llamado del cardenal Norberto Rivera, quien pidió “cero tolerancia” frente a casos comprobados de abuso sexual de sacerdotes contra menores de edad.
Destacó que los pastores de México condenan los abusos y se comprometen a no encubrir un solo caso de pederastia.
“Si bien en un pasado se cometieron errores, no actuando con prontitud ante estas situaciones que tanto ayer como hoy denigran el nombre de Cristo y de su Iglesia, hoy ninguno de nosotros se prestará a hacer arreglos o componendas en perjuicio de las víctimas”, se leyó en el pronunciamiento.
Al presentar la postura oficial de la CEM sobre pederastia, en su asamblea plenaria 89, el obispo Rodríguez Gómez dijo que “México tiene ante sí muchos desafíos a la fe, debido al vertiginoso cambio social y cultural, y la pérdida gradual de los valores y las prácticas religiosas”.
Por ello, prosiguió, la CEM asume “lo expresado por el cardenal Norberto Rivera en la Misa Crismal de Semana Santa, donde reiteró, de una forma clara y decidida, que en caso de pedofilia, tolerancia cero”.
Los obispos también enviaron un mensaje de solidaridad al Papa Benedicto XVI, en el que reconocen su valor por la reciente carta pastoral a la Iglesia de Irlanda, en la cual pide perdón a las víctimas de abuso sexual y a sus familias.
“Estas situaciones, que nos llenan de dolor y tristeza, nos marcan un camino de penitencia, conversión y purificación en la verdad para alcanzar la justicia”, dice el documento.
Los mitrados también defendieron al máximo jerarca católico de ataques “virulentos e injustos”, pues su posición “valiente” respecto de estos temas, así como la defensa de la vida y la familia, “no siempre ha sido comprendida”.
En la apertura de la asamblea del Episcopado Mexicano, el nuncio apostólico en México, Christophe Pierre, advirtió a los obispos que las dificultades que atraviesa la Iglesia pueden ser una oportunidad de purificación.
Reclamó una actitud propositiva hacia la conversión para hacer frente a las “influencias negativas” en la sociedad, como el relativismo, el individualismo, el consumismo y las ideologías contrarias al desarrollo integral humano.
El embajador del Vaticano en México reflexionó sobre cuál es el papel actual de la Iglesia en la formación de la fe y de los valores en los nuevos ciudadanos.

Abuso a menores es producto del libertinaje sexual, afirma el EpiscopadoLAGO DE GUADALUPE, Méx.— En un pronunciamiento conjunto, los obispos mexicanos pidieron perdón a las víctimas de de algunos malos sacerdotes del país, que incurrieron en abuso sexual y sicológico.

Reunidos en la sede de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), cardenales, arzobispos y obispos consideraron que el caso de abuso a menores es un problema social que debe enfrentarse.

A nombre de los jerarcas religiosos, el secretario general de la CEM, Víctor René Rodríguez Gómez, leyó un documento en el que afirman que no encubrirán un solo caso de abuso a menores.

“Hoy, como pastores, queremos pedir perdón a aquellos que han sido víctimas de abusos por parte de sacerdotes deshonestos, quienes con abominables acciones han dañado a niños inocentes, traicionando su ministerio.”

La cúpula del clero se manifestó también en favor de fortalecer la educación sexual, desde las familias y las escuelas, para combatir desórdenes sexuales.

“Ha faltado más educación sexual desde las familias y las escuelas, sin reducirla a una mera información genital, que a veces lleva al libertinaje sexual.”

La jerarquía católica consideró que “los problemas de pederastia se deben a varios factores. La sociedad ha tendido a ser muy liberal en ética sexual y se ha promovido la no prohibición, sino la tolerancia, en todo desorden; ahora vemos las consecuencias”, expuso Rodríguez Gómez.

La CEM respaldó el llamado del cardenal Norberto Rivera, quien pidió “cero tolerancia” frente a casos comprobados de abuso sexual de sacerdotes contra menores de edad.

Destacó que los pastores de México condenan los abusos y se comprometen a no encubrir un solo caso de pederastia.

“Si bien en un pasado se cometieron errores, no actuando con prontitud ante estas situaciones que tanto ayer como hoy denigran el nombre de Cristo y de su Iglesia, hoy ninguno de nosotros se prestará a hacer arreglos o componendas en perjuicio de las víctimas”, se leyó en el pronunciamiento.

Al presentar la postura oficial de la CEM sobre pederastia, en su asamblea plenaria 89, el obispo Rodríguez Gómez dijo que “México tiene ante sí muchos

Publicado en http://www.exonline.com.mx/diario/noticia/primera/pulsonacional/iglesia_denunciara_a_curas_pederastas/921911

miércoles, 7 de abril de 2010

LA TEORIA DE LAS VENTANAS ROTAS

La teoría de las ventanas rotas es una inquietante teoría que trata sobre el contagio de las conductas inmorales o incívicas y que tristemente se puede aplicar a la actualidad y sobre todo al 2009, por ello es conveniente que la conozcamos para evitar caer en ella.

Se basa en un experimento que realizó Philip Zimbardo, psicólogo de la Universidad de Stanford en 1969:


1.Abandonó un coche en un barrio pobre, en el Bronx de Nueva York, con las placas de matrícula arrancadas y las puertas abiertas para estudiar qué ocurría. A los 10 minutos, empezaron a robar sus componentes. A los tres días no quedaba nada de valor. Luego empezaron a destrozarlo.
2.Abandonó otro coche en las mismas condiciones en un barrio rico de Palo Alto, California. No pasó nada. Durante una semana el coche siguió intacto. Entonces, el psicólogo dio martillazos a la carrocería y esto actuó como señal para los honrados ciudadanos de Palo Alto, porque a las pocas horas el coche estaba tan destrozado como el del Bronx.
Y de este experimento surgió la teoría de las ventanas rotas, elaborada por James Wilson y George Kelling: si en un edificio aparece una ventana rota y no se arregla pronto, inmediatamente el resto de ventanas acaban siendo destrozadas por los ciudadanos.

¿Por qué? Más allá de que el vándalo que todos llevamos dentro sale cuando tiene una oportunidad, antes o después según el control social y moral existente (poco en el Bronx, mucho en el otro barrio), el hecho es que simbólicamente la ventana rota envía el mensaje de que “aquí no hay nadie que cuide de esto”.

¿Y si aplicamos esta teoría a la sociedad actual?. ¿Qué transmiten todos los medios de comunicación regodeándose exclusivamente en las noticias de crisis y violencia sin dejar espacio (es decir, ocultar) a iniciativas de cambio de paradigma o generosidad como el Papá Noel belga?

Desaliento, pesimismo, resignación o estallidos sociales que es fácilmente contagioso y peligroso. Parece que nos quieren abocar a todos a barricadas para luchar por conceptos de vida caducos.

Y eso no lo debemos consentir. Debe quedar claro que se rompen unas ventanas y no debemos sembrar el caos, sino construir otras nuevas.

Y existen alternativas de vida más allá de este Sistema depredador en el que hemos vivido. Como hemos comentado: la crisis es una oportunidad para crear un modelos sostenible y otro trabajo es posible.

Incluso algunos han gritado: ¡Viva la crisis!.

Es tiempo de vivir “off the grid”, de simplificar nuestra vida, del menos es más, de banca ética, de abrazar la tierra, de ecoaldeas, de cooperativas de consumidores, de la energía de Tesla, de hacer juguetes con nuestras manos, de criar más y mejor a nuestros hijos, de proteger la lactancia materna y ayudar a las madres a mantenerla, de hacer nuestro pan y sobre todo de COOPERACIÓN y SOLIDARIDAD.


Pronto empezaremos a ver muchas ventanas rotas
No nos desanimemos
¡Convirtámonos en cristaleros!

http://www.elblogalternativo.com/2009/01/04/la-teoria-de-las-ventanas-rotas-aplicada-a-la-situacion-actual-que-no-cunda-el-panico-hay-alternativas/

LA LIBERTAD Y LA MASONERIA

Parte 1
Filed Under Freemasonry, Philosophy, Spanish
Por Julián E. Ortiz

(El siguiente artículo fue una presentación que hice ante un Congreso de Escuelas Iniciáticas en Caracas en 1992, en representación de la Masonería Venezolana, y publicado posteriormente en la revista Cábala)

La Libertad siempre ha sido uno de los tres pilares fundamentales de la Masonería Universal. Podemos decir que son deberes Masónicos el estudio de la Libertad en sus dos condiciones: exterior e interior; el esfuerzo para su idónea realización en Igualdad y Justicia; y la vigilancia para su preservación en una atmósfera de verdadera Fraternidad.
Aunque estrechamente relacionados en la mayor parte de los casos, debemos analizar las condiciones exteriores e interiores de la Libertad como cosas únicas -aunque unidas-. Habremos de llegar a la conclusión de que son necesarias una para la otra. Y veremos cómo la Francmasonería -así como los hombres y mujeres de bien- no habrán de descansar aún, hasta que se hayan cimentado de una vez los derechos del individuo en la sociedad, y los derechos de la sociedad en el individuo.
Pero antes de pasar a otras consideraciones, deberemos detenernos un momento a reflexionar sobre la naturaleza del concepto de Libertad.

De la Libertad
En el primer capítulo de la Biblia -el Génesis-, se nos dice que el hombre fue hecho a imagen y semejanza de Dios. Y que el primer acto de consecuencia fue la desobediencia en comer del fruto del árbol del conocimiento del bien y del mal.
Podemos extraer varias consideraciones de esta pequeña -pero importante- simbología. La primera, que el hombre fue hecho a semejanza de Dios en el libre albedrío, esto es, en su capacidad de percibir alternativas de acción y de elegir una entre ellas. En esta condición, el hombre se eleva sobre el nivel de los instintos para situarse a la cabeza en la evolución de la conciencia en nuestro planeta. El hombre sabe de libertad porque puede pensar y no sólo actuar. El hombre piensa, elige, y entonces actúa.
La segunda consideración que hacemos es que, antes de comer del fruto del conocimiento del bien y del mal, el hombre gozaba de una libertad relativa, que mal podría llamarse libertad en el término que conocemos. ¿Por qué? Podemos imaginarnos el paraíso utópico en que hombre y mujer, desnudos de vestimenta y vicios, pasaban sus días sin querellas, en la más pura de las inocencias. ¿Podremos concebir que no haya mayor libertad? Tanto, como la puede tener un pájaro, que ciertamente despierta nuestra admiración e imaginación por su maniobrabilidad en el aire, pero que lo hace porque lo hace, por su naturaleza, sin pensarlo, sin dudar, sin elegir. Y donde no hay elección, no puede existir el concepto de Libertad.
Tenemos, entonces, que en el Paraíso ciertamente existía inocencia y paz, no así el concepto de Libertad. Entendemos que en la real inocencia no hay nombre para las ideas, porque simplemente no existen, ya que las ideas nacen del conocimiento del bien y del mal. Esta es la tercera consideración: que libertad se establece en la capacidad de elección entre una cosa y otra, y que es este potencial y logro el punto de partida para lo que es bueno y malo para uno y para los demás, en las consecuencias que estriban de la elección y, a causa de ello, el establecimiento de la responsabilidad del individuo por sus acciones.
La cuarta consideración, que el primer acto de verdadera libertad sea precisamente un acto de desobediencia, que trae como consecuencia una penalidad tan grande como la expulsión del paraíso. Este aspecto merece nuestra mayor atención porque nos lanza de lleno sobre uno de los factores más fundamentales de la libertad: su precio. La libertad -en cualquiera de sus formas- tan sólo es lograda por el esfuerzo. Para Adán y Eva y sus descendientes, ha significado el conocimiento del nacimiento con dolor y de una muerte temida, y entrambos, una vida de lucha entre los opuestos, y el basamento para las ideas de la justicia y de los derechos naturales del hombre.
Una última consideración que debemos hacer sobre este capítulo de Génesis y el concepto de Libertad; y es una aplicable tan sólo a la condición interior del individuo en su más alta aspiración: Es posible el regreso al Paraíso, donde el Arbol de la Vida es celosamente guardado por un ángel armado con la espada flamígera. No piense nadie que aquí tratamos de volver a la inocencia primal y a la inconsciencia. No, aquí no hablamos de involucionar, de regresar al Paraíso Perdido; sino más bien de evolucionar hacia el Paraíso Adquirido; uno en el que la persona ha logrado el equilibrio perfecto, convirtiéndose en un ser de Luz, alguien por encima del Bien y del Mal. Pocos lo han logrado, y han sido los Maestros que todos honramos con nuestra presencia aquí, hoy, y que han hecho posible que podamos ventilar estos ideales.
De la Libertad Exterior
Los deberes de un Francmasón se pueden resumir en tres categorías: Los deberes para con sus semejantes, para consigo mismo, y para con el Ser Supremo, a quien llamamos el Gran Arquitecto del Universo. El mayor entre los deberes para con el Gran Arquitecto del Universo es el de ser buenos albañiles en la constante construcción de Su Creación. Este deber, aunado al que tenemos para con nuestros semejantes, nos obliga a ser incansables trabajadores en el área del mundo, en el área de los derechos humanos y, por supuesto, en el de la libertad, sin la cual no es posible ningún otro derecho.
El concepto del derecho a la libertad, tal como lo conocemos, es bastante nuevo en la historia del ser humano. Y ya desde el comienzo, los Masones difundieron este principio y fueron principales partícipes en los enfrentamientos libertarios que tuvieron lugar en el mundo occidental. Comenzando hace doscientos años en Norteamérica por Hermanos Masones de la estatura de George Washington, Thomas Jefferson, Benjamín Franklin y otros, esta llama fue llevada a Europa por las Logias Masónicas y Hermanos que habían participado en la emancipación norteamericana, como el Marqués de Lafayette y Francisco de Miranda. Este último traería a América Latina la idea independentista, conjuntamente con los valores Masónicos.
El siglo pasado fue testigo de estos dos fenómenos: la expansión de la Masonería y de la idea libertadora. Simón Rodríguez, Simón Bolívar, Páez, Sucre, Urdaneta, San Martín, Benito Juárez, Garibaldi, José Martí, Máximo Gómez y muchos otros, dieron sus primeros pasos en Logia para extenderse hacia la Humanidad.
De seguro, hubieron excesos. Podremos pensar, con razón, que la violencia no es medio alguno para el logro de un ideal. Pero es que también es verdad que no es lo mismo trabajar en el desarrollo de la libertad interior que hacerlo por la libertad exterior. Los obstáculos no son de la misma naturaleza: unos son subjetivos; los otros son objetivos, unos son mentales y espirituales; los otros son físicos y externos; unos se adhieren al concepto de libertad incondicional, mientras que los otros, por necesidad, a los de la libertad condicional.
La libertad exterior, o libertad de acción, está condicionada a que la misma no coarte la libertad o cualquier otro derecho, natural o adquirido, de los demás. Ciertamente, todos concedemos que mi libertad no se extiende hasta hacer uso de la propiedad ajena como mía, ni de privar a otro de su derecho a la vida y a la búsqueda de la felicidad.
Por ello, existe el mediador: la Justicia, el factor incondicional que condiciona la libertad de acción. Es la Justicia el equilibrio entre tu libertad y la mía. Y como sabemos, la Justicia tiene medios para garantizarla, sancionando al trasgresor de acuerdo a la ofensa, aplicando la violencia si es necesario, restringiendo -y hasta suspendiendo- la libertad.
En lo que muchos gobernantes se engañan, es en confundir ley con justicia, y como ellos hacen la ley, pensar que la justicia es patrimonio de la autoridad. Hablemos claro: la ley de los hombres está hecha por los hombres. La ley fue hecha también por Hitler, Stalin, Pinochet, Fidel Castro, y otros dictadores. Pero, como bien dijera nuestro Simón Bolívar, “Ley sin Justicia es tiranía”. En verdad, los gobiernos son juzgados con la misma medida que ellos gobiernan. Esta es la razón de la violencia que algunos generan, como ley de reacción a sus actos faltos de justicia. Ya el Hermano Benito Juárez lo dijera: “El respeto a los derechos humanos es la paz”.
Tiempo atrás, me preguntaba, si Justicia es el ingrediente necesario para una libertad exterior idónea: ¿Por qué el lema Masónico de “Libertad, Igualdad y Fraternidad” no reza más bien “Libertad, Igualdad y Justicia”? ¿Por qué Fraternidad y no Justicia? ¿Acaso la Masonería desdeña o subestima la Justicia?
Entonces, ya sabía de la sabiduría que encierra el lema en sus ideales “Libertad e Igualdad”. Sin una relación armoniosa entre estas dos ideas, no puede existir una sociedad humana en paz. Piensen en esto: los “libertarios” y los “igualitarios” usualmente se enfrentan, porque los libertarios atentan contra la igualdad, y los igualitarios contra la libertad. Encontramos ejemplos de ésto, aún en Hermanos Masones que no supieron desentrañar las enseñanzas Masónicas; uno de ellos, el tristemente célebre Robespierre, quien se polarizara en el ideal de Igualdad al extremo de sumir a Francia en el históricamente conocido “Reinado del Terror”.
Tenemos, entonces, la necesidad de una armonía entre Libertad e Igualdad. Tan sólo falta el factor que los mantenga unidos y rija el bienestar social. Esto podría ser la Justicia. Pero las enseñanzas de la Masonería buscan el máximo ideal, el supremo bien. Y sabemos que la Justicia es necesaria cuando el individuo no actúa de acuerdo a los cánones del Bien. Por esta razón, un mayor ideal que la Justicia es la Fraternidad del hombre, donde la Justicia no es ya necesaria, porque el hombre deseará para su prójimo lo que desea para sí, y ahuyentará de su prójimo lo que no desea para consigo mismo.
Ilustraremos ésto concentrándonos en el individuo en sociedad: Una persona con altos valores morales nunca tendrá problemas con la Justicia. ¿Por qué? Pues porque los valores morales están por encima de la Justicia. Y la Justicia no puede tocar la Moral porque está -precisamente- basada en ella. De esto se desprende que el hombre de bien es un hombre verdaderamente libre en un sistema de justicia: no sentirá la restricción que debe existir a la elección de acciones, porque sus acciones nunca irán contra los derechos de otros. Más bien los respetará y defenderá, si es preciso. Un hombre semejante en un sistema de injusticia y violaciones de derechos, no podrá sentirse libre hasta ver reinar los valores que abraza.
Por ello, aquel que toca a las puertas de la Francmasonería ha de ser “un hombre libre y de buenas costumbres”. Libre de prejuicios, dogmas, supersticiones y fanatismo. El que sea de buenas costumbres, asegura que es un hombre “libre” en un sistema de justicia. La Masonería ha sido perseguida por estas razones y no otras; porque ha sido -y será- una amenaza cierta para los tiranos.