A CARLOS DEL BUSTO IN MEMORIAM

¿Qué se puede decir de un hombre que por lo sencillo de su carácter y su generosa forma de ser, hacen que las palabras casi sobren en este día?
Que, fue un buen amigo.
Que fue un buen padre.
Que, fue un hermano a carta cabal y en mi caso particular un padrino cariñoso y siempre presto a darme su apoyo, una palabra de aliento y un apoyo desinteresado e incondicional. Privilegio éste que no solamente disfrute yo, sino que se hizo extensible a todos los hermanos y amigos que acudieron a él, o que él ayudó sin que fuera necesario pedírselo.
Que ha sido el padre de un gran amigo y a la vez hermano mío, que fuiste uno de los que me trajeron a este templo y me abrieron sus brazos como un hermano más.
Se te extrañara padrino Carlos, a los hombres sencillos y puros como tu, no se les olvida fácilmente, tus familiares, tus amigos, tus hermanos y quienes gozamos de tu amistad, tu alegría y tu generosidad siempre recodaremos los momentos gratos pasados a tu lado, como olvidar que tus hijos jugaron con los míos, que como primos que son compartieron alegrías, juegos y travesuras juntos, que siempre mis hijos eran recordados y esperados por los tuyos para continuar con sus juegos y departir mas y mas momentos felices.
Hoy nos llevas la delantera y pasas a ocupar tu lugar en el oriente eterno, y tengo la seguridad que cuando nos toque el turno nos estarás esperando como siempre, con una sonrisa y un fuerte abrazo.
Hasta luego padrino Carlos, te extrañaremos.