martes, 4 de enero de 2011

EL LORO DE MANOLO MOLINA

Hace como 2 años, asistimos con un Aprendiz de mi Taller a la R:.L:.S:. Arca de Noé Nº8 a una exposición titulada: “Quien es el Gran Arquitecto del Universo” a cargo del R:.H:. Abel Contreras S.
El Taller lleno de HH:. No entraba un alfiler. La exposición fue fantástica. Cuando nos dirigíamos a nuestros domicilios, el Q:.H:. Pregunta mi opinión. Hermano, estoy sorprendido. Te pido una semana para darte mi respuesta.
Transcurrida la semana le respondo: H:. esa noche no podía dormir pensando en la brillante exposición así que tuve que hacerme un cuento para arrullarme.
En el Hipódromo de Monterrico hay un soldador llamado Manolo Molina, quien tiene de mascota a un lorito, el cual toma desayuno en la mesa con Manolo; tiene su platito. Por las noches lo abriga, le compra su choclito, frutas, lo engríe a su loro. El lorito le da piquito. Hay química entre Manolo y su lorito.
Para que sea completamente feliz, decide conseguirle una parejita. En el Mercado Central compra una lorita.
En su casa les construye una jaula grande con nidito para que tengan loritos y sean felices.
Pero por las noches la lorita que recién había sido capturada en una trampa, le dice al lorito: Oye, tú no conoces más allá de estas cuatro paredes, te diré que hay árboles, flores, ríos, nubes, grandes y hermosos valles como los de Chiclayo. ¡Vámonos! Pero por que nos vamos a ir si esto es el Paraíso, acá tenemos de todo, no nos falta nada. Pero al final lo convence.
En una mañana muy temprano Manolo los ve en la ventana que iban a emprender vuelo. Trata de alcanzarlos pero no puede. Solo alcanza a decir: “ahora comerán con el sudor de su frente”. Así comieron, vivieron y se reprodujeron.
El loro de Manolo les enseña a sus hijos que hay un Dios cuyo nombre es Manolo Molina, que bota fuego por las manos y es dueño de un Paraíso al cual si se portan bien, algún día regresaran.
Y la Religión se esparce por el mundo de los loros, pero el problema es que hay Religiones de loros que pregonan que Dios se llama MA, otra que se llama NO, otra LO y así completan por partes el sagrado nombre de Manolo Molina.
Se crean concilios, peleas, desacuerdos. Pero hay unos loros rojos y otros azules que no les importa y sencillamente le llaman Gran Arquitecto del Universo. Porque reconocen a un Ser Superior al cual no pueden definir pero si reconocer su existencia. El Q:.H:. Quedó conforme y yo también.
Pasado no mucho tiempo el R:.H: Abel Contreras fue uno de nuestros más brillantes profesores en la primera Promoción de la Academia de Maestros Instructores y en una de sus inolvidables clases conté lo narrado, siendo del agrado de mis compañeros.
Un buen día realizando compras en un Supermercado con mi esposa, me encuentro con un compañero de la Academia y con la algarabía propia de masones que se encuentran en el mundo Profano me dice: ¡Hola, Manolo Molina! Y nos abrazamos con mucho cariño.
Mi esposa asombrada me comenta en voz baja: “yo sabía que la masonería es secreta, pero no que se cambiaban el nombre”
Es una anécdota
Q:.H:. Pedro Moreno
Valle de Lima, 18 de Marzo 2007 E:.V:.
Publicado en El Mallete

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